viernes, 9 de octubre de 2009

historia


El Barrio Charco Azul está ubicado en la Comuna 13 del Distrito de Aguablanca, en la zona Sur - oriental de la ciudad de Cali, fue fundado hace 25 años aproximadamente por personas provenientes de la Costa Pacífica, que llegaron a este sector con la esperanza de tener una casa propia. Inicialmente fue un barrio de invasión donde las casas las construían los mismos habitantes utilizando plástico, barro, esterilla, guaduas y tejas de cartón. “Los fundadores ya murieron, un señor Tito, un señor Reyes, los mellizos y los paisas quienes aún viven aquí, ellos fueron los promotores de la invasión, y con ellos era que uno tenía que hablar para poder coger un lote".
Esos terrenos no contaban con los servicios básicos y por ende sus pobladores debían cargar el agua desde el Lago y otros barrios cercanos como el Siete de Agosto y Ulpiano Lloreda. Cada familia construyó un alcantarillado provisional que consistía en adecuar unos tubos o latas de zinc para que las aguas desembocaran en los dos caños que rodeaban el sector. La energía era reemplazada por leña, ACPM, petróleo y gasolina, y en las noches se alumbraba con mecheros y velas. No existían calles debido a que los ranchos eran construidos alrededor de un sembrado de millo, sin dejar espacio para calles u otros sitios, ya que estos sembrados eran cuidados por los habitantes para que los dueños del terreno (la Familia Borrero) les permitiera edificar sus casas allí.
“Posteriormente, las personas se unieron y conformaron comités para ir consiguiendo las cosas más importantes para el sector, el primer proceso que se dio fue el construir un acueducto y energía comunitaria, que consistía en que un líder del barrio hablaba y obtenía de los barrios vecinos ese servicio, y los demás se pegaban o pirateaban; lo mismo sucedía con la energía”.
En la década de los 80, las personas generaban sus ingresos de la realización de labores domésticas, trabajos de construcción y ventas ambulantes. Los niños y jóvenes estudiaban en escuelas y colegios de barrios cercanos. En navidad, las familias arreglaban sus ranchos cambiando las fachadas, para lo cual utilizaban barro y boñiga de vaca, revolviéndolos con agua y con esa mezcla se cubrían las paredes; al secar algunos pintaban con cal para embellecer mucho más sus casas.
El sector recibió su nombre debido a la cercanía con la Laguna del Pondaje, donde los pobladores lavaban su ropa, bañaban los niños, etc.
En el año 1999 se inició el proceso de legalización liderado a través de comités organizados, conformados por personas de la comunidad. Contaban con el apoyo de políticos reconocidos de la comarca como: Humberto Pava y el Movimiento De Acción Social liderado por el señor Gustavo Balcázar Monzón. Se empezó a trabajar y a luchar por la organización y reestructuración del lugar por medio de contactos con INVICALI, Planeación y los dueños del terreno; proceso con muchas dificultades ya que algunas personas no creían en la entrega de los lotes que se prometían.
“Hubo gente que quería que le entregaran y otros no, si usted mira el asunto de la señora Pucha, que se quedo en Sardi porque ella nunca creyó en que esto se iba a entregar, ella llegó un momento en que me dijo a mí: - ¡es que si no han podido los liberales, menos van a poder los conservadores! - nosotros le comprobamos que si pudimos”.
Posteriormente, se le informaron a la comunidad los requisitos que debían cumplir para la adjudicación de los lotes, eran: abrir una cuenta de ahorros programada con $1000 pesos y al completar los $5000 pesos podían participar en el sorteo. Se entregaban los lotes por manzanas que iban de la A hasta la Z. En aquella ocasión se dejaron los espacios para que se construyera la iglesia, el Puesto de salud y la guardería, lo que hoy en día llamamos el Centro de Desarrollo Comunitario.
“Por otro lado, el proceso de desarrollo del barrio se inicia cuando aparecen las juntas de acción comunal ya que a través de ellas se empiezan a gestionar proyectos por medio de ayudas políticas y de esta manera se empezó a mejorar la imagen del barrio con la construcción de algunas vías, se tapó el canal de aguas negras que atravesaba el barrio, el cual era un foco de infección y de enfermedades para la comunidad, además daba un mal aspecto al sector. Hoy en día, este sitio sirve de jardinela o zona verde, y allí los jóvenes se reúnen para jugar fútbol, para hablar, escuchar música, y algunos jóvenes por iniciativa propia colocaron un aro de baloncesto para poder jugar”.
Para la construcción de la parte física de las viviendas se desarrollaron unos procesos de mejoramiento de vivienda por medio Plan Internacional, Invicali, “ayudas políticas” y las familias que no lograron acceder a estas ayudas construyeron sus viviendas con sus propios medios.
Una de las preocupaciones de los habitantes del barrio, era la carencia de servicios públicos, ya que el agua, la energía y el alcantarillado con que se contaban eran provisionales, razón por la que se hicieron varias reuniones con funcionarios de Emcali y la comunidad, donde se llegaron a acuerdos de cómo pagar los servicios, y de esta forma se instalaron los contadores, postes y transformadores, y se realizó el alcantarillado para el barrio. Cuando se eligió el primer representante a la JAL: Freddy Lourido, se gestionaron las líneas telefónicas por medio de Emcali, pero no todos los habitantes fueron beneficiados con el servicio, que más adelante suplió otra empresa telefónica dando total respuesta a la comunidad.
Por otro lado se inició la construcción de la iglesia que en principio era una choza donde se congregaba toda la comunidad católica: “inicialmente a nosotros nos llegó el Sagrado Corazón de Jesús, que lo trajeron unos sacerdotes, nosotros lo llevamos para la casa de la Sra. Dio Melina y así surgió la inquietud de la iglesia; cuando vino el padre Alcides Botero, motivado por la misma comunidad para hacerlo, hizo una chocita donde se puso el Corazón de Jesús, entonces los domingos el padre venía a celebrar la misa”, algunas personas de la comunidad querían que este sitio fuera un colegio, situación que generó varias disputas, pero al final algunos líderes hablaron con el gerente de INVICALI para que asignara este espacio para la iglesia, y primero se edificó una capilla con la ayuda de la comunidad en la cual el padre Alcides Botero oficiaba la misa, y posteriormente se recibieron algunas donaciones con las cuales se construyó la iglesia con la que hoy se cuenta (la cual está completamente dotada).
La construcción del Centro de Desarrollo Comunitario surge de la iniciativa de algunas madres de familia interesadas en hacer una guardería en Charco Azul, para dejar sus hijos(as) cuando ellas salían a trabajar, y con la ayuda de la hermana María Patricia que en ese entonces era la directora del Hogar Personitas, se formó un grupo de señoras voluntarias, las cuales fueron capacitadas por el Hogar para el buen cuidado de los niños(as). Estas capacitaciones se dictaban en la iglesia del Barrio Andrés Sanín.
Simultáneamente se construyeron tres kioscos (con guaduas y paja) en un espacio que había enseguida de la iglesia, y con la colaboración de la comunidad allí comenzó a funcionar la guardería, que con solicitud a Bienestar Familiar se hizo la inauguración. El espacio se aprovechó también para ofrecer una serie de capacitaciones a la comunidad como: modistería y cerámica, funcionaba el restaurante escolar, la biblioteca comunitaria, y se convirtió en punto de encuentro de los diferentes grupos juveniles. Con el paso del tiempo los kioscos que estaban hechos de guaduas se fueron deteriorando y los grupos organizados vieron la necesidad de buscar apoyo en las instituciones; se hizo contacto con la Cooperación Italiana, entidad que apoyaba procesos comunitarios, y dicha Institución financió la construcción que hoy en día se conoce como el Centro de Desarrollo Comunitario.
Como los grupos de la tercera edad no contaban con un espacio para desarrollar sus actividades, se buscó el apoyo de la Alcaldía por medio del señor Germán Villegas y se llevó a cabo la construcción del Tertuliadero de la tercera edad en la parte posterior del Centro de Desarrollo Comunitario.